martes, 26 de enero de 2016

MEJORES ENTRENADORES DE LA NBA.



TOP 5 MEJORES ENTRENADORES DE LA NBA.
1 – Red Auerbach (938 victorias y 479 derrotas entre BAA y NBA)



Red se queda en el tope de este ránking por varias razones. Por un lado su efectividad es increíble. Nadie más consiguió alzar ocho títulos de campeón de forma consecutiva, y ni hablar de su logro de nueve títulos en diez años. Aunque la primera parte de su carrera se vio perjudicada por la falta de un reloj de posesión, el surgimiento de este hizo que el juego de fast break promulgado por este judío neoyorquino se viera favorecido como ningún otro. Si Phil y Riley son sinónimos de éxito, Red es sinónimo de dominio. Sus equipos trituraron a las estrellas del pasado y a las estrellas por venir sin dejar ningún resquicio en el que se colara otra franquicia. Todo el mundo se deshace en loas acerca de cómo Jackson manejaba egos en sus equipos. Pero en definitiva, eventualmente estos planteles se desintegraron. Auerbach fue capaz de dirigir y mantener contentos al mismo tiempo a: el mejor pivot de todos los tiempos (Bill Russell), el segundo mejor alero de todos los tiempos (John Havlicek), y un ala pivot, escolta y base que estaban, cada uno, entre los 10 mejores de la historia de su posición (Tom Heinsohn, Sam Jones y Bob Cousy). Todos en la misma temporada. Nadie discutía a Red. No importaba que el recién llegado fuera capaz de ser una estrella en cualquier otro equipo o incluso deporte (Hondo había intentado ser seducido por la liga de fútbol americano que lo tenía como uno de los mejores prospectos del país), gracias a Auerbach se respetaba a los veteranos, y para conseguir minutos de juegos había que ganárselos. No había divismos. No había peleas. No había conflicto. Solamente había voluntad de victoria. Fue el tipo que rompió definitivamente con la barrera de color que decía que ningún equipo debía tener más de dos titulares de color negro. Fue el que le dio las llaves del equipo a la primer superestrella negra. Fue el primero en sobrar a los rivales con “El Cigarro de la Victoria”. Fue un ganador.
Los hombres mienten. Las mujeres mienten. Los números no. Nueve títulos como coach. Siete como General Manager. Mal no le fue.

2 – Phil Jackson (1155 victorias y 485 derrotas)


Jackson es sinónimo de victorias. Es el entrenador más ganador de todos los tiempos, habiendo conseguido once anillos como técnico (que se suman a los dos que alzó como jugador en los Knicks). Seis en los Bulls y cinco en los Lakers, su capacidad de administrar egos es legendaria, consiguiendo que individuos conflictivos como Jordan, Pippen, Grant/Rodman, y Shaq y Kobe pudieran respetarse mutuamente lo suficiente como para poder conseguir establecer dinastías en el proceso. Fue, además, el único en poder transformar la ofensiva del Triple Poste (el  tan mentado triángulo) en un esquema de juego exitoso. 20 temporadas como técnico. Ninguna de ellas consiguiendo menos del 50% de victorias. Heterodoxo, humilde, seguro de sí mismo y de su capacidad, no hay tipo que pueda relacionarse con el éxito más que él. El Maestro Zen es el mejor. No puede ser de otra manera. 

3 – Pat Riley (1210 victorias y 694 derrotas) 


Una vez, durante una fiesta en su mansión en Los Angeles, Pat Riley preguntó a los invitados que lo distinguía a él del resto de los individuos. Uno dijo “trabajo duro”. Otro mencionó “talento”. Pat dijo que ambos estaban equivocados. La verdadera respuesta era que lo único que lo separaba de cualquier tipo en la calle era Magic Johnson. Semejante demostración de humildad resulta chocante a partir de la imagen que Riley se forjó como técnico en el Hollywood del Showtime, en la brutal New York de esos Bad Boys 2.0 y como miembro de la Miami Mafia. Demostró capacidad de adaptación a los distintos tiempos (juego rápido en LA, lento en NY y Miami y nuevamente rápido en el HEAT) tanto en eras cargadas de talento como en esas en las que parecía que con un puñado de obreros uno podía hacerse camino a los codazos rumbo a las Finales de la NBA. La única constante en la carrera de Riley fue siempre el éxito. Cuatro anillos en LA y uno en Miami, más dos anillos más como General Manager del HEAT, así como tres premios a entrenador del año así lo constatan. 

4 – Gregg Popovich (968 victorias y contando, y 444 derrotas) 


Discípulo de Larry Brown en San Antonio, Pop ha sabido hilvanar cinco títulos en una de las más recientes y extrañas dinastías. Tal vez lo más destacable de su hacer sea su capacidad de adaptarse a los cambios que acontecen en la liga a lo largo de distintos momentos. Por ejemplo: los Spurs campeones de 1999 eran un equipo de corte Larrybrownista. Posesiones largas, juego lento de media cancha y mucha defensa. Los Spurs campeones de 2014 tenían un ojo en Brown, si (la defensa), pero tenían el otro y los dos pies directamente en Nellie, corriendo, tirando y parando formaciones bajas en un esquema que nada tiene que ver con Las Dos Torres con las que empezó la era ganadora de San Antonio. Entonces ¿por qué este tres veces coach del año no está en el podio? Simple. Porque los tres mejores coachs de la historia nunca hicieron tanking. Nunca se lo hubieran planteado siquiera. Y Pop lo hizo en su primer año como entrenador. Le salió bien (léase, drafteó a Tim Duncan). Pero no es el punto. Aunque sea mínima, es una mancha a tener en cuenta. 
 
5 Chuck Daly (638 victorias y 437 derrotas) 
 


Ganar un título de por sí es todo un suceso en la NBA. Muchos de los grandes entrenadores y de los grandes jugadores no han podido jamás conseguir un título de campeones. Y hacerlo en la era de oro de la liga, compitiendo contra equipos como los Celtics de Bird, los Lakers de Magic, los Hawks de ‘Nique, los Sixers de Barkley, los Knicks de Ewing, los Bucks de Moncrief y los Bulls de Jordan, eso, es heroísmo. Chuck Daly consiguió eso en dos ocasiones, dejando, en el camino y para la posteridad, uno de los equipos más famosos jamás forjados: los Bad Boys de Detroit. Estos fueron una máquina bien aceitada que se basaban en la defensa y un uso grotescamente seductor de la violencia para así frenar a quien fuera que se les pusiera por delante. Sorprendentemente Daddy Rich nunca fue galardonado con el premio al mejor entrenador del año, aunque tuvo un reconocimiento un poco más importante: fue el coach del mejor equipo de todos los tiempos, el Dream Team que representó a los Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Barcelona ’92. 
 

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